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“Elf, hacker, strictly moneyless and stateless for over three years”
Así se presenta Pavlik en las redes sociales.

elf Pavlik

Strictly Moneyless

Video #1 - elf Pavlik

Los subtitulos en español son acesibles haciendo a clic en CC.


“El dinero só​​lo existe en la imaginación humana, dentro de una esfera abstracta. ¡Es una creación del hombre!”
Su mochila es como su casa. Al vivir, al mismo tiempo, en todo lugar y en ningún lugar, toda su vida se encuentra en el interior… un ordenador para trabajar, algunas ropas para no pasar frío, un colchón donde dormir, cositas de baño, entre las que se encuentra una maquinilla eléctrica para afeitarse que lleva encima y que le dura todos estos años… Años sin dinero. Sin embargo, Pavlik Elf no es infeliz. Si vive sin dinero es porque fue ésta su elección. Tiene 30 años, hará casi cuatro que no utiliza para nada el dinero.
Todo cambió hace cinco años más o menos. En esa época, Pavlik vivía en San Francisco. Trabajaba como desarrollador de sofware en una start-up. Su empresa se movía en el sector del lujo (vacaciones en yate, clubs, jet privado). Para empezar, las líneas de acción de la empresa no le gustaban mucho. “No buscaban a mejorar la calidad de los servicios prestados a la gente, só​lo querían hacer negocio”, recuerda Pavlik. Aunque siempre fue un apasionado de los softwares y las nuevas tecnologías, se sentía en ruptura con la sociedad. Porque a él le mueve una voluntad de mejorar la vida cotidiana de la gente. Orientaciones financieras, competencias, falta de ética…

Todas esas cosas a las que asistía cada día, le hacían sentirse profundamente incómodo... Hasta el momento en el que renunció a hacer algo que no consideraba honesto. Ese día, le despidieron.

Fue el principio de su aventura sin dinero. Ningún plan para él, todo empieza espontáneamente. “Tenía algo de dinero ahorrado, pensaba encontrar un trabajo para pagar lo mínimo: las facturas del sitio en el que vivía y la comida”, explica el joven. Poco a poco, comienza a buscar trabajo, pero la idea de ganar dinero no le gusta ya en absoluto. Como quiere dedicarse a ayudar a la gente, decide salirse del sistema monetario...

En esa época, redescubrió lo que necesitaba realmente:
aire para respirar, agua, comida y un sitio donde poder descansar
Pavlik retoma amistades, es acogido en casa de unos y otros, se mueve. También duerme en los parques. Es el verano en San Francisco. El Golden Gate Park se convierte en su casa. Además, suele ir a casas de acogida para la gente sin domicilio, lugares comprometidos socialmente. “En esa época, redescubrí​​​ lo que necesitaba realmente: aire para respirar, agua, comida y un sitio donde poder descansar.” Y Pavlik mira con perspectiva su vida pasada: “de pequeño, estaba condicionado: todas mis necesidades estaban asociadas al dinero. Ahora, si consigo comida sin dinero, quiere decir que no lo necesito”. Progresivamente, Pavliik encuentra sistemas para alimentarse, descansar, ducharse… siempre sin un duro en el bolsillo. Multiplica sus esfuerzos, y se vuelve experto en buenos planes.
“Al principio, fue complicado… Porque había tomado esta decisión de forma espontánea y personal, he tenido que aprender a vivir así…”
Un hacker dedicado a…
la mejora de los lazos sociales
Gran apasionado de la informática en general y de la web en particular, decide utilizar sus competencias de acuerdo con su ideología, para que la gente se coordine mejor y pueda así distanciarse del dinero. “Si desarrollamos sistemas alternativos, el dinero se volverá obsoleto!”, resume Pavlik. “No veo por qué el dinero debe existir, es algo virtual. No podemos tocarlo, saborearlo, verlo, sentirlo, ni siquiera escucharlo ya que solo existe en la imaginación humana, en una esfera abstracta. Es una creación del hombre”.
Relaciones humanas...
...más sinceras
Según el joven, el dinero cambia las relaciones que tienen los hombres entre ellos. Muchas veces son superficiales. El dinero es una fuente de manipulación. No vendemos comida a una persona para que esté contenta por comer o porque tiene hambre. La mayor parte del tiempo, nos da igual lo que piense. Si vendemos esa comida es para ganar dinero y, finalmente, pagar las facturas. “Yo mismo, dejando de utilizar el dinero, afecto también las decisiones del otro. Despierto sentimientos más profundos que vienen del interior”. De hecho, su relación con el trabajo ha dado un giro de 180 grados.
De ahora en adelante, a Pavlik le mueven proyectos que tienen sentido y comparte una visión común con sus interlocutores. Ya no tiene que amoldarse ni someterse a las órdenes de un jefe sino que colabora con el otro. Y desde que ha dejado su empleo, trabaja, quizás más que antes. De define como hacker: programa nuevas aplicaciones para posibilitar que crezca la solidaridad en el mundo. Gran defensor de la inteligencia colectiva, trabaja para la licencia "Creative commons". A menudo, participa en hackathons y organiza reuniones con el colectivo Ouishare. Encuentros que ponen en alza proyectos inovadores de economía colaborativa.
Otra manera de trabajar
“Mi objetivo principal con lo que hago, apoyándome en mi experiencia personal y mi estilo de vida, es permitir al mayor número de personas vivir y trabajar de una manera más participativa, más implicada y comprometida. No seguir trabajando simplemente por ganar dinero sin saber realmente qué se hace, sino, al contrario, realizar cosas en las que creemos, darle sentido al trabajo.”

Numerosas colaboraciones...
Pavlik colabora en muchos y diversos proyectos. Prepara fichas, “como las de Pokemon”, le gusta decir, en las que apunta diferentes proyectos Open Source. Cuando encuentra a alguien con quien tiene ganas de trabajar, saca sus fichas, habla de tal o cual proyecto, debaten juntos y elige el que les inspire más. Pavlik utiliza principalmente javascript porque es un lenguaje que funciona como los navegadores web.

Aquí… ¡o en cualquier lugar!
Son los proyectos los que le llevan, de ciudad en ciudad. Ya que si Pavlik llega a cualquier sitio, jamás es por puro azar. Su objetivo: trabajar en un bonito proyecto cooperativo que tenga sentido y favorezca el interés general.
Su petate nunca está lejos… Siempre preparado para irse de nuevo… Para trayectos largos, cuando el proyecto le envía a otra capital, hace auto-stop. “Parto del principio de que, con o sin mí, el coche hará el trayecto. Y no será mi peso de más lo que supondrá un gran gasto energético”, explica.

¡Y funciona! Al menos, va sobre ruedas… “ He hecho auto-stop hasta Amsterdam, Viena, Oslo, Barcelona y París…” Y a Pavlik siempre le funciona, ¡o casi! Incluso cuando ya ni se le espera, aparece. Como el día del encuentro OuiShare en Berlín, el pasado mes de enero… Estaba previsto que se encargara de la dinámica inicial, pero he aquí que se quedó bloqueado en Munich la noche de antes. Sin embargo, a las 7 de la tarde, estaba allí, preparado para empezar la reunión.

El elfo de la naturaleza...
“No hay necesidad de dinero ni intercambio material, mi recompensa la encuentro en la felicidad que llevo a la gente.”
Desde hace dos años, vuelve a menudo a Berlín donde ha hecho su nidito. Puede, de hecho, contar con numerosos amigos dispuestos a alojarlo.

“Hace algunas semanas en Roma, me encontraba en un encuentro Ouishare”, recuerda. Todo se había decidido tan rápidamente que ninguno de sus amigos estaba disponible para ofrecerle un sofá. Así que pasó la noche en una reserva natural. “No hacía frío, 15 ó 16ºC, coloqué mi colchón y mi saco. Fue un momento increíble de serenidad con los pájaros, disfrutando del cielo estrelado."

Pavlik entra rápidamente en comunión con la naturaleza. Nada sorprendente cuando sabemos que se ve y se describe a sí mismo como un elfo. Tanto que hasta lo utiliza como su propio nombre. Ha dejado de utilizar su antiguo apellido, ahora se llama a sí mismo elfo Pavlik.

¿Por qué un elfo? Es un ser que participa de la vida en la Tierra, como si fuera un juego. “Respeto su ambiente y a los otros participantes para que vivamos todos en armonía”. Sin olvidar su otro simbolismo: el duendecillo de Navidad. “Trabajo para hacer que la gente sea más feliz y para que sonría”. Una misión a imagen de los duendes que fabrican los regalos para llevar la felicidad a los niños. “Nada de dinero ni de intercambio material, mi recompensa la encuentro en la felicidad que llevo a la gente”, sonríe el elfo.
Recursos
CREDITOS EPISODIO #1

Para terminar este primer episodio, numerosas personas han colaborado en su realización.
Benoit (@webreporters) y Anaëlle (@anaelle) han ido a Berlín para grabar, hacer fotos y tomar el sonido. Al mismo tiempo en París, Alexandra supervisaba el trabajo. Un pequeño equipo se ha formado rápidamente.
Sylvain (@ChauxSylvain) llegó así para ayudar a Benoit en el montaje, Timothy (@timothyduquesne) y Nicolas se encargaron de la escritura de la voz en off de la segunda versión. Anaëlle se encargó de escribir el artículo y Elie definió los códigos de la web Sideways.
¡Sin olvidar a nuestro compositor preferido, Looping!
Las traducciones en otros idiomas es un trabajo colaborativo en lo cual bastante personas han trabajado, y entre ellos Julie (@JulieSalmonMex), Haïssa, María Jesús y Céline para el español, Taïs y Elise para el inglés y Deborah para el italiano.

AGRADECIMIENTOS

La Fabric @Berlin, Pavlik (@elfpavlik) y sus amigos, Le Labo de l'Edition (www.labodeledition.com), Nicolas Rodelet, Artefacts (www.artefacts.coop) y Emmanuel Doudat

FINANCIACIÓN Y CONTRIBUCIONES

Este episodio ha sido enteramente autofinanciado. Fue nuestro episodio piloto para trabajar la redacción y el estilo que queremos darle a esta serie.

Para obtener más informaciones sobre nuestro modelo económico, visite esta página. Si quiere apoyarnos, puede participar en las acciones de crowdfunding episodio por episodio, o ayudarnos de otra manera compartiéndonos sus competencias.




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